Un niño como de un año y de andares torpes, por recién estrenados, se emociona al ver a una niña de año y medio y bastante solvente ya en ese terreno. Corre sonriente hacia ella con los brazos abiertos y ella le mira seria, prevenida.
Papá de niño efusivo: – Hijo, hijo… Ten cuidado, trátala con cariño que es una nena y se asusta, hombre… Hiiiijo… Pues anda que si ya las estás entrando así a las chicas, no lo vas a tener tú chungo ni nada; si ya te huyen… [se ríe y mira a los demás mayores de reojo]. Despacito…
Mamá de niño efusivo: – Adrián, ten cuidado, que vas a tirar a la nena y la vas a hacer pupa, hombre… Despacito…
Papá de niño efusivo: – Mira, ¿no ves que se asusta la nena? Es que eres muy bruto, hijo. Que a las niñas se les trata con cuidado y con cariño, que son nenas…
Mamá de niño efusivo: – Sí, hijo, a las niñas tienes que tratarlas con cariño, con cuidadiiito, despaciiiito.
Mamá de niño efusivo unos segundos más tarde: – Bueno, y a los nenes.
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